¿ A caso es necesario abandonar
la incrédula ensoñación,
para recrear pasiones sublimadas
presas de la espina del rosal
que las cautiva, impidiendo
su vuelo libre y desbocado,
en el espacio que el juicio
no permite ?.
Prefiero, si de elegir se trata,
que el ensueño
mande en la razón,
quedando esta a su favor,
y que el instinto
sea dueño del sentimiento
De: Ángel Rebollar López ( Cualquier reproducción, total o parcial, del contenido
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