lunes, 14 de noviembre de 2022

LLEGA LA PRIMAVERA

 Llega la primavera con toques florales,
en ella hay un rasgo femenino.
Preñada de colores y olores
mueve la vida para sacudirse
la humedad y el polvo que dejó el invierno.
dando nueva vida a los sentidos.

Así es, renace la vida
dormida durante los meses fríos 
y lo que fueron grises gélidos
tornan en tonos policromados.

Aquellos árboles desnudos
se envuelven con verdes hojas,
llenas de matices
y adornados de flores
que mañana serán frutos.

Estacionales ciclos de existencia latentes,
que en sí mismos copulan, gestan, alumbran 
y vivifican todo tipo de simientes.
¡Es tal la fuerza que en primavera emerge!
que no hay ni campo, ni bosque
que de ella no se impregnen.

Primavera que llama a amar
desde la libertad encontrada,
busco entonces volar alto,
sentir el aíre en mis mejillas
y disfrutar con su suave masaje
que eriza el bello
y hace fluir la sangre
por una deseada libertad.

Que se expanda sin límites,
expresando todo aquello,
que se mueve en silencio,
anhelando la venida de las aguas,
tan necesarias para ella misma
y lo que representa la primavera.
Aplaudo pues, a cirros, estratos y nimbos,
para animar su húmeda respuesta.

                 De Ángel Rebollar (Toda reproducción, total o parcial, del contenido
                                             ha de ser, previamente, autorizada por el autor)

domingo, 23 de octubre de 2022

CUANDO TODO CONCLUYA

Cuando todo concluya,
en ese definitivo y singular instante.

Cuando los cielos
del ocaso indeseado
se apaguen,
cegando con su luz mis ojos
y la tierra se abalance
sobre mi pecho ya rendido.

Cuando se conjure la existencia,
vaciando mis recuerdos
en el pozo del olvido.

Cuando todo lo anterior
termine en el balcón
del ocaso indeseado y perpetuo,
me dormiré abrazado
a los recuerdos que se escapan.

Cuando ese momento acontezca,
espero que, no lo sé, es una esperanza,
pueda vivir en el recuerdo,
sutil y fugaz de quien me conoció
y encontrarme, una noche estrellada
o un día gris de lluvia pertinaz,
en el renglón de un verso perdido.

Al fin y al cabo, somos esencia
evanescente y circunstancial.

           De Ángel Rebollar (Toda reproducción, total o parcial, del contenido
                                       ha de ser, previamente, autorizado por el autor)

jueves, 1 de septiembre de 2022

LO QUE APRENDÍ

 Es seguro que no hago las cosas
como cuando tenía 35 años.
Es cierto que ya la prisa no es tanta.

Aprendí, hace algún tiempo,
que nada sucede como uno desea,
cada hecho busca su momento
y el espacio, en el que se ha de materializar.

Lo acontecido elige como enraizar,
más allá de la propia,
con otras voluntades ajenas,
cosiendo y mestizando los hechos del azar.
De nada sirve la tozudez de doblegar,
imperativamente, la cosa deseada,
porque al final, si no comprendes como se realiza,
sentirás que la vida te defrauda
y no podrás buscar otra salida.

Aprendí a dejar que la vida me sorprenda,
a apreciar que los hechos son relativos
que nada es inflexible, 
ni de una sola manera,
ni blanco ni negro,
ni duro ni blando,
que la oscuridad absoluta
siempre tiene un punto, 
aunque sea difuso, 
de luz oculta
y que la claridad más radical
tiene lunares oscuros.

Aprendí que mi mundo, el que busco
y deseo, tan solo existe en mi interior.
Necesité tiempo para ir al encuentro
de la razón de las cosas 
que ahora entiendo,
que los meses son los días amontonados
y aquellos lo hacen en años.
Que un segundo puede durar una vida,
como se puede transformar en la nada.

            De Ángel Rebollar (Toda reproducción, total o parcial, del contenido
                                        ha de ser, previamente, autorizado por el autor)

EL AMOR. DULCE DROGA

 Hay momentos, 
olores, sabores, personas
que se quedan ancladas
en esos rincones de nuestro ser,
a los que solo se llega por difíciles
y extraños vericuetos
que, el conocimiento desconoce.

Se quedan allí agazapados,
acogidos y dormidos,
pero cuando despiertan,
por un no se sabe qué,
te llevan inevitablemente
a territorios de dulce paladar
y revives y vuelves a ser aquel,
el que fuiste en aquellos, de ahora,
instantes a los que regresan
los vaporosos recuerdos.

Cuando estamos bajo el influjo
del amor, la vida es ligera,
la lluvia no incomoda,
el paraguas es un inútil artilugio,
pisar los charcos es lo más divertido.
Las adversidades que agobiaban,
ahora, simplemente se viven
y llevan de manera ligera, 
se resuelven sin inconvenientes.

Aquellos que pudieran ser defectos,
de quien amamos, se tornan
en agradables virtudes particulares
que hacen, a las personas, seres únicas. 

El amar es tan necesario
para una vida saludable
que, cuando hemos amado,
como solo cada cual sabe,
no podemos dejar de hacerlo.
El amor es una droga dulce.

             De Ángel Rebollar (Toda reproducción, total o parcial, del contenido,
                                         ha de ser, previamente, autorizada por el autor)

domingo, 24 de julio de 2022

PALOMA BLANCA, PALOMA NEGRA

 No todas las palomas
vuelan con la misma libertad,
el color de su plumaje es la causa.
Unas pueden emigrar sin puertas
y otras, dejando la vida en las concertinas.

Las palomas blancas huyeron,
de su país en guerra
y el mundo, que se dice democrático,
las recibió con abrazos, agasajándolas,
incluso a buscarlas para salvarlas fueron.

Las palomas blancas, fueron recibidas
con alimentos y reconocidas en derechos.
Sus palomitas, también blancas,
recibieron formación de vuelo
y derecho a la atención sanitaria,
sus madres, pronto encontraron trabajo.

Las palomas negras, igualmente,
huían de la guerra y el hambre
que mataba y devastaba su pueblo.
Llegaron volando desde muy lejos,
buscaban democracia y libertad.
Atravesaron sedientos desiertos,
mendigaron el necesario alimento.
Mil veces, fueron las ocasiones
en las que, se jugaron la vida.

Exhaustas llegaron a la puerta
del país de la libertad,
pero esta estaba cerrada a cal y canto.
Levantaron el vuelo cuanto pudieron,
sus alas, sangrando, quedaron presas,
como sus anhelos de democracia y libertad,
de los alambres de espino.
Maltratadas unas, hasta perder la vida,
detenidas y culpadas otras, por invasoras,
heridas, cansadas y hambrientas
fueron devueltas al desierto que no calmó su sed,
ni sus doloridos estómagos hambrientos.

Sus muertes se perdieron, entre noticias de inflación,
en los periódicos de los países ricos y democráticos.

             De: Ángel Rebollar (Cualquier reproducción, total o parcial, del contenido,
                                          ha de ser, previamente, autorizado por el autor)

lunes, 16 de mayo de 2022

MI TIEMPO Y EL RÍO

 Discurren las aguas del río,
pausadas, distraídas
y constantemente
en su camino hacia la mar.
Allí, a su arribo,
se besa y mezcla
su insípido líquido,
con el salobre y calmo
Mar Mediterráneo.

En su discurrir
de cimbreante caminar,
juncos y demás vegetación,
se miran en el espejo
de sus aguas cristalinas ,
hogar de ratones, sapos,
culebras y peces de dulces aguas
que, de cuando en cuando,
buscando alimento, se asoman
dando rítmicas bocanadas.

En el líquido elemento,
también nadan silvestres patitos
que juguetones se alimentan
al cuidado de las atentas patas.
Mientras camina por la rivera, 
la sedienta tierra, secuestra
parte de su contenido
para saciar la sed de los campos,
de los que brotan
variados y coloridos cítricos.

Al fondo, en la lejanía,
quedan las maternales montañas
que acogieron las aguas
por las lluvias dejadas,
siendo el nacimiento y causa
de su líquido caudal.

Todo este cotidiano acontecimiento
transcurre en el lugar que habito
que, con tanta sosegada paz
conforma mi ánimo.

Así, como las aguas del río,
calmo y sereno, 
discurre mi tiempo
en la Dénia, de la Marina Alta.

          De Ángel Rebollar (Toda reproducción, total o parcial, del contenido
                                      ha de ser, previamente, autorizada por el autor)



jueves, 14 de abril de 2022

PINTÓ SUS LABIOS

 Pintó sus labios
con el rojo de la vida,
en sus grandes ojos oscuros
tiró líneas negras
y rizó con rimel sus pestañas,
alargándolas hasta el infinito,
también esculpió sus cejas,
la frente despejó,
echando su larga melena hacía atrás.

Cuando todo concluyó,
adornó los lóbulos de las orejas,
ocultas por la cortina de sus cabellos,
con unos pendientes grandes y sencillos,
con forma de lágrimas vencidas.

Como resultado nos mostró
una frente amplia e inteligente,
una mirada profunda
de viveza negra,
una nariz armoniosa,
flaqueada por unos pómulos 
en la misma armonía
y sus labios gruesos
que provocan deseos.

Mientras, la melena, 
acariciando sus hombros, 
se dejaba caer en cascada
y más allá, hasta cubrir sus pechos.

Así, con una camiseta
y unos pantalones ajustados,
salió a la vida,
dispuesta a silenciar el pasado,
que intentaba someterla,
para comerse el mundo.

            De Ángel Rebollar López (Toda reproducción, total o parcial, del contenido
                                                 ha de ser, previamente, autorizada por el autor)

miércoles, 13 de abril de 2022

LO QUE TUS VERSOS ME CUENTAN

 Vuelvo cogido de la mano de tus versos
al lugar aquel del que huiste,
abandonándome en un desasosegado vacío
en el territorio de la nada,
desde el que te sigo anhelando.

Vuelvo al recuerdo de tus besos,
de limón y miel,
que me dejaron vagando
por el éxtasis de tu piel, 
desaliñado y huérfano.

Me acerco así, a la temperatura
de aquellas manos,
para acurrucarme en la trémula
suavidad de la caricia de tus dedos,
sobre mi abandonada cabeza.

Busco en la memoria
la nube impregnada del aroma
olvidado en mis neuronas,
que con celo guardan
para que no se pierda.

Cuando el estremecido frío
del reencuentro con tu ser
me acecha, dándome cobijo,
siento la calidez que se desprende
de tu vientre armonioso y fecundo.

En mis pupilas estas tatuada
con la mueca de tu húmeda sonrisa
que a mi corazón altera,
así es como amanezco cada mañana,
arropado con lo que tus versos me cuentan.

     De Ángel Rebollar López (cualquier reproducción, total o parcial, del contenido
                                          ha de ser, previamente, autorizado por el autor)

lunes, 31 de enero de 2022

NACEMOS HUÉRFANOS

 Nacemos huérfanos
con el despertar del llanto,
perdidos en el anonimato
y nos vamos con los bolsillos vacíos,
mecidos en el silencio de un adiós.

Entre uno y otro estadio
transcurre impasible el tiempo
con el que vamos cosiendo la vida,
llenándola de instantes coleccionados,
mejor de encuentros que de búsquedas.
Vida que en la juventud es infinita
y se torna escasa en la postrimería.

Porque aquel que busca,
en asuntos del amor,
queda enredado en el laberinto
donde solo se encuentran
las ilusiones de los deseos
y quien desea amar se pierde
en los mares revueltos
de las desesperanzadas
esperanzas.

Encontrémonos mientras transitamos
por las dobleces de las esquinas,
nunca premeditadas,
recogiendo así, los regalos
que la vida nos presente
y si el amor nos encuentra
entreguémonos sin resistencia,
sin condiciones premeditadas,
con todo el deseo
que la existencia nos permita.

El amor solo vive cuando es libre,
viaja con las alas desplegadas
por el cielo abierto de las emociones,
crece y se nutre de tres aliados,
la comprensión, el respeto
y la intensidad.
Forzarlo a durar,
hace que languidezca,
no podemos meterlo en una jaula
porque, sin libertad se marchita.
                        
          De: Ángel Rebollar López (Toda reproducción, total o parcial del contenido,
                                                 ha de ser, previamente, autorizado por el autor)

miércoles, 12 de enero de 2022

SI FUESE POETA

Si yo supiese,
si supiera escribir un poema,
un poema sencillo,
con el que poder contarte
como suenan los pétalos de una rosa,
de una rosa cualquiera,
cuando se despereza el capullo
y consiguiera que lo vieras.

Si tuviese ese don
y con un verso, fuese capaz
de dar vida y crear
hermoso atardeceres tardíos,
donde el Sol nunca se pusiera
más allá de la línea del horizonte
y la Luna, deseosa, 
no se ocultase jamás
para que ambos, Luna y Sol,
Sol y Luna, 
jugasen a no esconderse.

Si con un poema consiguiera
dar vida a un colibrí
que, a la luz de la penumbra
creada por el mutuo cortejo
de ambos eternos astros,
rondara a aquella rosa roja,
loco de amor y con su largo pico
acariciara el terciopelo
de sus tiernos pétalos,
hasta invadir su intimidad consentida
y la flor, respondieras sus caricias,
con todo su néctar reservado
para el picaflor enamorado.

Si pudiese dibujar, con metáforas,
cielos con nubes de colores
con formas caprichosas
que, como de algodón dulce,
se abrazasen, pegándose a las montañas
para cobijarlas de los fríos inclementes.

Si fuese capaz
y pudiera entonces,
si acaso fuese poeta,
besarte con mis versos
y contarte a que saben,
cual es su textura
y como la humedad de tus labios.

Tan sólo si yo fuera poeta,
pero apenas soy un juglar
ignorante de las palabras,
en las que enredar
sentimientos de deseos y heridas,
además de algunas ideas huérfanas 
de justicia que me abrasan
combustionando en mis entrañas
hasta brotar sin medida,
como si de un volcán se tratara.
Claro, si pudiera ser,
si acaso fuese poeta.

          De: Ángel Rebollar (Cualquier reproducción, total o parcial del contenido,
                                       ha de ser previamente, autorizado por el autor)