jueves, 14 de enero de 2021

LÚCIDA LOCURA

 Los lúcidos pragmáticos
no son de este mundo,
donde el matiz de los colores manda.
La lucidez de la locura
solo sueña y crece en el entorno
del oxímoron,
de lo uno y lo contrario,
en la relatividad de la poliédrica visión
de todas las cosas.

No hay verdad en la absoluta cordura, 
racional, subjetiva y parcial.
Hemos de dudar de la percepción única
para hacerla algo, aproximadamente, cierta.
Solo el relato de muchas y contradictorias
pequeñas realidades, nos acerca,
sin llegar, a la realidad holística.

Somos el todo confundido,
a la vez que,
una pequeña parte de él.

¿Qué sería de nosotros
sin la locura?
¿Qué sería del mundo
navegando siempre, 
por mares pintados
con meridianos y paralelos?
Siempre los mismos,
siempre errados.

¿Qué sería de la vida, 
sin el feliz sobresalto
que rompe lo cotidiano,
lo previsto, lo marcado,
lo convencional?
¿A caso el amor, 
no es química enloquecida?
¿Qué es, mamífero...qué es
sino la vida, más que locura?

           De Ángel Rebollar (Cualquier reproducción, total o parcial, del contenido,
                                       ha de ser, previamente, autorizado por el autor)

miércoles, 13 de enero de 2021

SUS MIEDOS, NO LOS NUESTROS


Que llueva con la rabia contenida
de todas las bocas silenciadas,
que las torrenteras de los ríos
barran toda felonía
y así, sin felones, dar vida
a la sangre útilmente derramada,
abonando corazones libres.

Que no ensordezcan
y tapen la mirada
de las víctimas,
aquellas criaturas
de horrible testimonio.

Que del miedo nazca la osadía.
No a la admonición,
no al recato,
ni al sórdido sometimiento
que brote la luz con una renovada fuerza.

Que el miedo no te ate, por favor,
no dejes que te encarcelen 
en tu propia celda,
que no subyuguen tus deseos,
ni te acorralen ante el acechante
ahogando tu rebeldía
que esta, sea espada justiciera.

Que sus miedos no te siembren,
ni dejes convertirlos en alambre
para apresarte el alma salvaje,
carcomiendo tus raíces,
que estas, se extiendan sin dogales,
buscando ríos de aguas nobles,
hermanadas por mestizajes.

Que aquellos, los leviatanes,
no clausuren tus ventanas
abiertas y colmadas de esperanza,
para que, cualquier noche estrellada,
puedas ver el Sol nacer.

       De Ángel Rebollar (Toda reproducción, total o parcial del contenido,
                                   ha de ser, previamente, autorizada por el autor)