miércoles, 18 de agosto de 2021

PALOMAS CONTRA HACONES

Se les  apagó la luz de la penumbra,
volverán al lugar de las sombras,
donde ahogarán sus gritos impersonales,
volverán a cegarse sus miradas,
otra vez perdidas.

Volverán a reprimir sus pensamientos,
hurtados de la cultura, del saber,
serán una vez más, solamente,
el desahogo fétido de sus negreros,
esclavas de sus aberrantes deseos.
Parirán indeseados hijos e hijas
que amamantarán, criarán y cuidarán,
bajo la cultura del odio de sus violadores.

Otra vez serán presas
bajo la tela carcelaria del burka,
el lugar donde habita la ceguera,
el lugar en el que la voz
ha de ser, el susurro de la afirmación indeseada
que exige la bestia represiva e integrista.

Marcadas de por vida,
tan solo, por nacer con atributos femeninos,
la locura del pretexto religioso.
Los miserables volverán
a restar la infancia necesaria, 
abusada por esperpentos pedófilos.

Una vez más, volverán a la sombra impersonal,
de la que occidente dijo liberarlas
y hoy, dejan un reguero pestilente en su huida,
con el que esconder las falsas promesas,
abandonando, así, a las palomas
a merced de los fieros y sanguinarios halcones.

Como una férrea losa
que apagará la luz de la penumbra,
naciendo la noche más larga y perpetua,
en la que se perderá la existencia
de las valientes mujeres afganas.
Mientras, nosotros, miraremos al cielo.

             De Ángel Rebollar (Cualquier reproducción, total o parcial, del contenido
                                         habrá de ser, previamente, autorizada por el autor)