Oigo el monótono
e insistente tintineo
de las gotas de lluvia,
desgranándose contra los cristales.
Me dejo así, impregnar
por la armonía aleatoria
de la musicalidad de sus notas,
por su vertiginosa
y desesperada huida
que estalla en un pequeño
chubasco de emociones.
Mientras tanto, sin necesidad,
la mirada ausente, se pierde
en el discurrir vertical
de una abstraída y tímida gota,
a cuyo paso se unen otras
dilatando su continente,
configura, entonces, un pasillo
en su deambular tras el matizado
y empapado vidrio, hasta desbordarse
al vacío, desde el marco de la ventana.
Te preguntaras por la transcendencia
de este inocuo acontecimiento,
veras, lo que me pasa
es que, a pesar de mi empeño,
recientemente, sin poder evitarlo,
este, como otros tantos hechos,
también me lleva a ti. Tan deseada.
De: Ángel Rebollar López (Cualquier reproducción, total o parcial, del contenido
ha de ser, previamente, autorizado por el autor)
Sutil. Suave. Intenso. Ola.
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