lunes, 16 de mayo de 2022

MI TIEMPO Y EL RÍO

 Discurren las aguas del río,
pausadas, distraídas
y constantemente
en su camino hacia la mar.
Allí, a su arribo,
se besa y mezcla
su insípido líquido,
con el salobre y calmo
Mar Mediterráneo.

En su discurrir
de cimbreante caminar,
juncos y demás vegetación,
se miran en el espejo
de sus aguas cristalinas ,
hogar de ratones, sapos,
culebras y peces de dulces aguas
que, de cuando en cuando,
buscando alimento, se asoman
dando rítmicas bocanadas.

En el líquido elemento,
también nadan silvestres patitos
que juguetones se alimentan
al cuidado de las atentas patas.
Mientras camina por la rivera, 
la sedienta tierra, secuestra
parte de su contenido
para saciar la sed de los campos,
de los que brotan
variados y coloridos cítricos.

Al fondo, en la lejanía,
quedan las maternales montañas
que acogieron las aguas
por las lluvias dejadas,
siendo el nacimiento y causa
de su líquido caudal.

Todo este cotidiano acontecimiento
transcurre en el lugar que habito
que, con tanta sosegada paz
conforma mi ánimo.

Así, como las aguas del río,
calmo y sereno, 
discurre mi tiempo
en la Dénia, de la Marina Alta.

          De Ángel Rebollar (Toda reproducción, total o parcial, del contenido
                                      ha de ser, previamente, autorizada por el autor)



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