martes, 5 de mayo de 2020

DESDE LA DISTANCIA


Ahora, que desde la lejanía te persigo,
huérfano de tus caricias
que prenden mis entrañas con tu fuego.
Aparcada en la distancia
la furia que me invade con deseo,
busco, en las nubes escondidas,
los colores de tus besos necesarios
que me calman y enredan,
con tus risas de verano.

Ahora que escudriño, 
en los pétalos de las rosas,
el aleteo de tus pestañas al viento
que dan brillo a tu mirada,
provocando la respuesta de mis ojos
para mantener viva la esperanza
entre los despiertos recuerdos,
de aquellas tardes cálidas
de los inviernos caducos,
robados a aquellos fines de semana
en los que tocábamos los siete cielos.

Ahora que sin respirar suspiro,
cuando no encuentro en las noches el refugio
donde sosegar el ánimo vencido,
por aciagos pensamientos
disueltos en cauces sin ríos.

Ahora, siento la necesidad 
de horadar la tierra,
como si un topo fuese, en pos de tu calor
y entre instantes diluidos, alcanzar
lo que, para ti, sin dudarlo, 
serán escondidas nostalgias,
pero desprovisto de los velos
que la ilusión tapa,
creo que se trata, simplemente, del deseo. 

           De: Ángel Rebollar (Toda reproducción, total o parcial, del contenido
                                             ha de ser, previamente, autorizado por el autor)

No hay comentarios:

Publicar un comentario