Me ha tocado
y lo acepto,
así vuelvo al mundo
de los despiertos,
al de los anhelantes.
Sin sumisión,
abandonado a mis pasos
de dudosa firmeza,
caminando ciego
por la cuerda floja,
desoyendo el aliento
que el vacio me mandaba,
en pos de lo vital,
sabio instinto.
Como una puta mosca,
obsesionada ludópata
me aproximaba, con fin,
a la miel de mi deseo
y motivo de mi vómito.
Lástima de la ausente mano
que en oposición a mi pecho
impidiera el indispuesto
avance
hacia la reiterada,
imbecilidad.
La bruma del transito
pervertirá la retentiva,
siempre traidora,
buscando el sabor dulce
de imperceptibles
toques amargos,
para que los ratos
sigan construyendo ilusiones
y regalando motivos,
a la febril existencia.
De: Angel Rebollar (Cualquier utilización, total o parcial, del contenido
ha de ser autorizado, previamente, por el autor )
preciosa..pero dura poesia......
ResponderEliminarla vida sigue....y desde nosotros mismos
desde nuestra soledad
encontraremos momentos gloriosos
la vida camina paso a paso
y pegar saltos implica
algun que otro tortazo