Así me
veo,
en este
preciso momento.
Falto
ya de la gravedad
de
pueriles egolatrías egocéntricas ,
que
solo los años cura,
cercado
por la incertidumbre
del
futuro menguado,
pero de
pasado jugado,
con
errores aprendidos
y otros
reiterados
pero
todos, o casi, decididos.
La
vida, que me ofrece caminos
colmados
de inconcretos vericuetos,
por los
que me enseñó, elijo,
en
pacto de común acuerdo,
como
transitar sin perder mi yo,
pero
aprovechando su designio.
Ella,
envuelta, como oculta
en un
misterioso halo.
Yo,
cogido al vuelo
de su
vestido de tul, malva,
como
dejándome llevar
pero
dueño de mi liberación,
despojado
de la incertidumbre
angustiosa,
de la espera
del
cumplimiento deseado.
Ella,
imperturbable en su deambular
por el
que la acompaño,
dejándome
sorprender
de sus
variados escaparates,
recreándome
en unos
y
obviando otros.
Disfruto
así, de dilatados instantes
que se
me antojan inconclusos
y me
acercan al sosiego deseado,
si
pudiera ser…………..
De: Ángel Rebollar ( cualquier utilización del contenido, total o parcial,
ha de ser previamente aceptado por el autor)
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