Una gran mancha
recorre los pueblos de la Tierra
que va impregnando
a imbéciles resentidos,
a los cuales asusta
la palabra libertad,
seres abyectos
que desprecian la justicia,
gustosos de la intolerancia,
de someter y desnortar
a humanos de mil maneras.
Una gran mancha
de pretensiones adustas
que vacía estómagos
que condena con y sin armas
que idiotiza cerebros flojos
que cantan a la muerte
y matan la cultura
que pretenden desdentarnos las fauces
que escupen a desoídos
y agónicos gritos de dignidad y justicia,
una gran marcha parda
hija del intolerante desdén.
Una mancha dificil de limpiar,
espesa y de pegajosa intolerancia,
un ebola silencioso
y de corrosiva estructura
que debilita la consistencia
abrazando la catarsis,
una tenia de anillos múltiples
un gusano de afán fiero
con intenciones esclerosantes,
un austericidio
de conclusiones terribles
que a su paso, deja un dolor
agrio de eficacia irreparable.
Esa espeluznante mancha
que busca uniformar
las vidas ajenas
de las que se nutren,
utilizando el miedo
para debilitar y someter
a las victimas, tiene un apelativo,
es un feroz, devastador
y pavoroso leviatán,
al que conocemos como fascismo.
Para vencerlo hace falta
romper las cadenas de los miedos
con valor, tenacidad, unidad
y ansias de libertad.
De Ángel Rebollar (Toda reproducción, total o parcial, del contenido
ha de ser, previamente, autorizado por el autor)
recorre los pueblos de la Tierra
que va impregnando
a imbéciles resentidos,
a los cuales asusta
la palabra libertad,
seres abyectos
que desprecian la justicia,
gustosos de la intolerancia,
de someter y desnortar
a humanos de mil maneras.
Una gran mancha
de pretensiones adustas
que vacía estómagos
que condena con y sin armas
que idiotiza cerebros flojos
que cantan a la muerte
y matan la cultura
que pretenden desdentarnos las fauces
que escupen a desoídos
y agónicos gritos de dignidad y justicia,
una gran marcha parda
hija del intolerante desdén.
Una mancha dificil de limpiar,
espesa y de pegajosa intolerancia,
un ebola silencioso
y de corrosiva estructura
que debilita la consistencia
abrazando la catarsis,
una tenia de anillos múltiples
un gusano de afán fiero
con intenciones esclerosantes,
un austericidio
de conclusiones terribles
que a su paso, deja un dolor
agrio de eficacia irreparable.
Esa espeluznante mancha
que busca uniformar
las vidas ajenas
de las que se nutren,
utilizando el miedo
para debilitar y someter
a las victimas, tiene un apelativo,
es un feroz, devastador
y pavoroso leviatán,
al que conocemos como fascismo.
Para vencerlo hace falta
romper las cadenas de los miedos
con valor, tenacidad, unidad
y ansias de libertad.
De Ángel Rebollar (Toda reproducción, total o parcial, del contenido
ha de ser, previamente, autorizado por el autor)
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