jueves, 26 de julio de 2018

SIN QUERER, EL TIEMPO

Cómo pasa el tiempo
sin querer,
y sin querer, nos va dejando
un reguero de recuerdos,
además de unas cuantas
arrugas en el cuerpo
que, sin querer, nos van hablando 
y contando lo que fuimos
y, sin querer, vamos siendo.

Nos va pasando el tiempo,
por encima,
sin apenas reconocerlo,
tan solo en ocasiones,
mientras nos crea surcos
en el rostro y, sin querer,
también en el cerebro,
donde se van condensando
los largos ratos,
en escenas resumidas 
por escuetos segundos
convertidos en recuerdos.

Así, sin querer,
el tiempo nos va atravesando
y marcando con nuestros 
actos su paso,
los mismos
que hablan de nosotros
y por nosotros,
también de aquellos hechos,
con los que otros
nos crean en su memoria
y, sin querer,
vamos siendo rehenes de ellos.

Al final, sin querer,
somos solo eso,
partes de esas pequeñas realidades
con las que nos vamos haciendo, 
unas nuestras y otras ajenas.
En definitiva la suma del tiempo
que, sin querer,
hemos ido acumulando
y con el que vamos colmando
nuestra existencia.

            De Ángel Rebollar (Cualquier reproducción, total o parcial, del contenido
                                        ha de ser, previamente, autorizada por el autor)                               

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