martes, 20 de marzo de 2018

ESTAS NO SON MIS GUERRAS

Estas no son mis guerras,
en las guerras, en todas, 
nos matamos entre los parias
de una y otra trinchera,
para que con nuestra sangre derramada,
sigan enriqueciéndose
y así continuar explotándonos, 
aquellos que las crean.

Estas, no son mis banderas.
Nos dan trapos de colores, como cebos,
para diferenciarnos
y odiarnos hasta matarnos.
La mía es blanca, como la paloma de la paz.

Estos dioses no son míos.
Nos hablan de seres celestiales,
bien saben aquellos
lo poco que valen,
nos mienten, a unos y otros,
con religiones diferentes,
cuando ellos adoran al mismo becerro de oro.

Estas, no son mis patrias.
Nos engañan con las patrias,
las de los señores que se quedan en casa,
cuidando y alimentando a sus retoños,
con el productos de nuestra sangre derramada.
No siento más patria que la de mis conciudadanos,
con los que lucho
contra un mundo colmado de injusticias.

Es tan fácil de comprender la trampa,
tan sencillo entender
que el de enfrente no es mi enemigo
que mi vida y la suya, tienen el mismo resumen,
que él y yo, sufrimos idéntica explotación,
que sus hijos y los míos, 
ambos, tienen la misma falta de futuro
que nos llevan a la guerra para seguir esclavizados,
por los señoritos que nos mandan.

Es sencillo comprender
que, entre los que nos matamos,
somos más iguales,
nos unen más asuntos
que, con aquellos carroñeros
que se enriquecen y negocian,
con nuestras penurias y sacrificios.

Por todo ello lanzo mi grito.
¡¡Ni dios, ni amo, ni patria, ni bandera, ni rey!!


                De Ángel Rebollar (Toda reproducción, total o parcial, del contenido,
                                                  ha de ser previamente, autorizada por el autor)
                                             

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