sábado, 25 de noviembre de 2017

SIEMPRE VIVAS

Escribo con tinta de lágrimas amargas
el dolor que se me instala en el costado,
la impotencia que me descose el alma
que digerir ya no puedo.

Me duelen cada uno de los crímenes,
las marcas salvajes del patriarcado,
cada uno de los dolorosos moratones
de aquellos, que escupen a la palabra amor.

Me duele el daño irreparable del uxoricida
que justifica con palabras dulces,
sus complejos de odio, salpicándolas de mierda,
seres que arrastran sus estrecheces
dejando regueros de sangre macerada,
ratas ingobernables que rompen vidas inocentes.

Me duelen, cómo no, esos proyectos de vidas,
frustradas ante óbito de la víctima maternal
que el victimario, deja huérfanas para amar
y llenas de miedos, corroyéndoles las entrañas.

Claro que me duelen, esos cerebros impactados,
rotos sin solución, por el irreparable dolor,
sobresaltados, por el incomprendido acto violento
que secuestra el cariño, el amor sin condición,
de la madre amada, por el padre al que amo.

Ni un grito desoído,
ni un golpe más sin denunciar,
ni una palabra de amor acompañada de dolor,
ni una más sin protección.
Hay que acorralar a la rabia machista,
para arrancar y vencer la sinrazón,
porque no debe haber confusión,
la palabra amar es sinónimo de libertad.

Las necesitamos para siempre vivas,
respetadas, en igualdad de condición.


                            De Ángel Rebollar (Cualquier reproducción, total o parcial, ha de ser,                                                                         previamente, autorizada por el autor)

martes, 21 de noviembre de 2017

INEVITABLEMENTE SIEMPRE

Siempre te encuentro en mis pensamientos,
zambullida entre las aguas que se remansan
lánguidas, al besar las arenas dormidas,
con unas ganas locas de sentirte cerca.

Siempre estás en mis deseos,
pegada a mi piel, que recuerda
el olor de tus abundantes cabellos,
la diversidad perpetua de tus temperaturas.

Siempre te veo en los espejos
que mis manos, inútilmente, tocan
con afán de explorador enloquecido,
en busca de una hermosa joya perdida.

Siempre, aunque no estés, te siento
susurrándome palabras, que no necesito comprender,
acogidas en la hechuras de mi cuerpo,
como agazapadas y tatuadas en los valles de mi piel.

Siempre, no me pidas que te diga el por qué,
te hallo serena, con tu sonrisa de nácar
provocándome, para que mis labios te besen
y se enreden en los pétalos de tu boca.

Siempre sabes que me inquietas, cuando muerdo tus labios,
con la delicadeza requerida, mientras tus ojos me calman
con su mirada, a la vez que recorro tu cuerpo,
pausadamente, hasta despertar esos rincones que te enajenan.

Siempre, sé que tú lo sabes, cuando no estás,
me dejo acunar en los recuerdos que me dejas
pegados, inseparables en cada una de mis entrañas
ocupadas, yo diría que inquebrantablemente soldadas.

Siempre, enciendes las luces de mi esperanza,
donde el tiempo se va diluyendo lentamente,
como las gotas de rocío, ante el sol que las irradia,
entre los pétalos de las flores silvestres.

Siempre, así, cuando llegas, tengo mi amor inmaculado,
primerizo, a estrenar, entregado como aquel día,
siempre vivo, en el que me fijé en la mirada que me robó
la mía y por primera vez supe, que realmente existías.


                 De Ángel Rebollar (Toda reproducción, total o parcial, del contenido,
                                                 ha de ser, previamente, autorizado por el autor)  

       

martes, 24 de octubre de 2017

MIENTRAS TANTO

Mientras tanto, encerrados en el útero protector,
llueven imágenes que nadie alcanzaba a suponer.
Aconteció, entonces, el indeseable y ciego momento.
Descarrilaron los odios y rencores.

Llegó lo inexorable y no deseado,
el cemento atomizado tiñó todo
del mismo monocromo gris, igual los árboles
que las caras de los niños,
todo se vistió del monótono
gris del cemento en polvo, que se instaló
en la esperanza sin permiso.

El mundo perdió la razón,
aquella que nunca tuvo
y la orgía macabra comenzó
a imponer el miedo y el terror,
a desposeer de vida a la ilusión,
mientras, nosotros ocultos
en la seguridad del útero materno.

Ya torcimos la mirada al bombardeo,
ya quisimos creer no cierto lo visto, 
ya los corazones supieron contener el desasosiego.
Qué más da,
otra vez, el ogro ciego de la codicia 
sembró, consentido, su repugnante terror,
para ahogar en sangre la sed de libertad.

Éxodo de cuerpos agotados, sin destino,
cargados, por toda herencia,
con el polvo de sus hogares demolidos.
Les urge la vida, sin condición
que con escarnio les negamos
y se pierden desesperanzados
los niños de la Tierra, los hijos de todos, 
convertidos en forzados esclavos.

Tú y yo, mientras tanto,
lo vemos cómodos en el televisor,
como si se tratara de un hecho onírico,
desde nuestro confortable encierro
en el útero protector.

                  De Ángel Rebollar (Toda reproducción, total o parcial, del contenido
                                                ha de ser, previamente, autorizado por el autor)

martes, 17 de octubre de 2017

ERES MÍA

Él, le dijo que la amaba
que era la mujer de sus sueños
que sólo con ella, deseaba compartir su vida
que no cabían más en su corazón
que la trataría como a una reina
y ella, enamorada, le creyó.

Él,vigilaba su teléfono 
para protegerla,
su clave de internet
para compartir su mundo.
Corregía el largo de su falda
y de su escote, el descubierto,
decía, para evitar que otros la agredieran
al sentirse provocados.

Ella, consentía a su amante,
era un sentimiento contradictorio
sentirse querida y protegida,
pero con la libertad hurtada.

Él, que decía amarla con locura,
comenzó a interesarse por sus amigos,
aconsejándola quien era merecedor de su amistad,
a corregir sus idas y venidas, sus movimientos,
ejerciendo una autoridad paternal.
Ella, observaba aquel celo
como muestra de quien tanto la quería.

Los dos felices se casaron, 
y él, puso empeño en sus rayas
que a ella, empezaron a generarle cierto agobio,
sus desobediencias, eran observadas
por él, como intencionados retos
y en su desesperación empleo la fuerza.

Entonces, ella, comenzó a pensar en sus fallos,
a sentirse culpable de que su amoroso amado
se volviera insolente y violento.
Ella, ocultaba con maquillaje y excusas
los tatuajes de su dolor y amargura.

Él, que tanto decía amarla,
había confundido amor con posesión.
Ella que se había sentido tan amada,
comenzó a ahogarse en aquella enfermedad,
mientas él, se sentía ya su dueño.

Un día ella, despertó en el hospital.
Apenas recordaba, pero sabía,
sabía que debía arrancar
esa parte de su vida
que las heridas hablaban
más de él, que sus palabras.

Ella, miró en el espejo
su cuerpo maltratado y se juró
que ya, no se lo romperían más,
nadie ocuparía su intimidad sin permiso. 
Ni ella, ni el ser que su vientre creaba
merecían esa vida de sufrimiento.

Decidió sacar fuerza de sus heridas,
éstas, serían la firma de su decisión.
Se puso sus pinturas de guerra,
pintó los labios con carmín rojo,
de ese fucsia, al que él llamaba de putas,
trazó rayas en sus ojos,
se decoró con rimel las pestañas
y por última vez, las cicatrices
maquilló con colorete.

Ella, resiliente y empoderada
decidió ser, su propia dueña.

                                De Ángel Rebollar (Toda reproducción, total o parcial, del contenido
                                                            ha de ser, previamente, autorizado por el autor)   

martes, 3 de octubre de 2017

A PENAS UNA GOTA DE AGUA

Sé que sólo soy una gota de agua,
una insignificante gota,
arrastrada por la corriente de un río,
apenas una gota 
que se vacía, en ese océano inmenso
que es la vida.

Claro, sólo eso, una gota de lluvia
que cae en una tormenta
para hidratar la tierra seca,
como hace una gota de rocío
desgranándose, al precipitarse,
sobre el pétalo de una flor silvestre.

Una diminuta gota
chocando sobre tu piel agradecida,
quemada por el Sol estival,
tan sólo eso, una gota.

Pero fíjate, esa gota aislada
que, sola, apenas moja,
suicidada contra el suelo
sin, ni siquiera, dejar mácula,
tampoco desbordaría un río, 
ni subiría el nivel del océano,
casi no humedecería tu piel,
ni tu garganta sentiría
su necesario frescor.

Aunque, cuando esas aisladas
e imprescindibles gotas,
nos unimos, formamos torrentes
que incansables llenan ríos,
para vaciarse, inundando los océanos, 
hasta poder generar, en ocasiones, tsunamis.

De igual manera, nada ni nadie puede detener
al pueblo clamando democracia, justicia y libertad.
No tenemos más límite que el miedo, 
al que vence el coraje.
Hagámonos dueños de nuestro destino.

                         De Ángel Rebollar (cualquier reproducción, total o parcial, del contenido
                                                ha de ser, previamente, autorizada por el autor) 

miércoles, 27 de septiembre de 2017

TE ESPERO EN EL SUR

Siempre se vuelve al Sur, 
donde reside el calor,
la luz, los días largos,
el lugar en el que la vida
está en las calles,
en las terrazas de los bares.

El Sur, de atardeceres lentos
esperando el refresco de la luna,
para poder mirar con deseo y descaro
a los ojos que de día abrasan,
así, con la garganta húmeda de cervezas
y seca de humos con duende
que envalentonan los pensamientos,
eres capaz de contar, sin decir palabras.

El Sur, donde la esperanza no se rinde,
donde la música invita a sudar
abrazado a otro sudor deseado,
allí, donde los labios sedientos
buscan la humedad de otros,
con los que dar vida
a jugos únicos, de limón y menta
o de miel y canela,
con un fondo a vino fino.

Sur, donde las noches no se duermen,
¡se viven!, envueltas en efluvios de azahar
y rasgadas de guitarras que se unen
a voces roncas y quebradas.

El Sur, ese lugar donde siempre te espero...
Pero no tardes, que nace el día
y llama al sol, para ponernos la piel tostada
y la mar, a cubrirnos de húmeda y dulce sal fresca.

                   De Ángel Rebollar (Toda reproducción, total o parcial, del contenido
                                                          ha de ser, previamente, autorizado por el autor)


miércoles, 20 de septiembre de 2017

ALLÍ, DONDE TÚ Y YO SABEMOS


Busco con insistencia
el principio, la síntesis 
de la esencia tuya
que se mece con el aíre.

En ocasiones, inspiro con fuerza
los recuerdos que nos quedan 
en mi y noto la brisa de tu caricia
cálida, deambulando por mi pecho,
mientras desperezas tu aliento
cerca del oído,
antes de posar tus húmedos labios
en un cuello, ya entregado.

Cómo no pensarte, con el sudor
perlando tu frente encendida
y esa mirada distraída, 
inyectada de locura reposada.
Tendido el cuerpo, 
rendido sobre el mío,sin aliento,
ambos, como guerreros del deseo
en su última batalla, así nos amamos.
Y es que, no sabemos de otra forma.

Por ello, porque sin ti, la vida
es cosa distinta, es...otra cosa,
cómo alma vacía, cántaro sin miel,
cómo un reloj sin la aguja pequeña, 
cómo un horizonte sin línea.

Los amantes,
los que paramos el tiempo,
cuando somos sexo entregado,
los que perseguimos en cada éxtasis
derrumbar los muros de Jericó,
nos encontraremos sin remedio.
Allí, donde tú y yo sabemos,
te esperaré, si fuera necesario
me exprimiré en sudor,
para alfombrar 
la atmósfera en la que estuviste.

Después tan solo resta
permitir que, nuestros entes 
se hallen en el caos,
que se persigan
con empeño endogámico,
empapados de necesidad.

                 De Ángel Rebollar López (Cualquier reproducción, total o parcial, del contenido,
                                                          ha de ser autorizado, previamente, por el autor)

martes, 20 de junio de 2017

LECTURA DE LA PRINCESA INCA

Lectura de dos poemas de LA PRINCESA INCA: 
NO SON PALABRAS SINO GRITOS Y A LOS QUE SE QUEDARON DORMIDOS EN EL NUNCA, De su poemario LA MUJER PRECIPICIO
en LA JAM D'ESTIU 2017 en LA MISTELERA,
A la guitarra el Maestro JOQUÍN BOSCÁ. emitido por RADIO MISTELERA en el 101.4 de la FM

lunes, 19 de junio de 2017

JAM D'ESTIU 2017

 Estupenda JAM D'ESTIU 2017 DE MISTELETRAS en la MISTELERA, Intervienen: 
ÁNGELA ALVAREZ interviene en los min 3 y 53; 
MARIO GARCÍA " " " " 11,20 " 58,47;
MARTIANNE LÓPEZ " " " " 18 " 64,22;
PAU SOLER " " " " 22,32 " 68.13;
ELVIRA JARDINES " " " " 28 " 73;
MIGUEL MULET " " " " 32,17 " 78,13;
BEATRIZ G, RAMIREZ " " " " 35,15 " 83;
ÁNGEL REBOLLAR " " " " 43,17 " 88,90
Con la imprescindible colaboración del Maestro de guitarra Joaquin Bosca Bautista y de Nicolas Nico a los controles de RADIO MISTELERA Radio Libre en el 101,4 de la FM 
Espero que os agrade. Salud y Poesía

sábado, 3 de junio de 2017

SI SOMOS CAPACES

Si somos capaces, si aún,
a pesar del tiempo vivido
mantenemos intacta la ilusión
y tenemos sueños.

Si nos seguimos sorprendiendo
y emocionado, al mirar
la primera amapola de la primavera,
ésta,que viste de admirables colores
y olores a los árboles
desnudos, por un invierno ya vencido.

Si nos sigue estremeciendo
el trino del ave que festeja el nuevo día,
la nobleza en la mirada de un animal,
la plasticidad de las nubes
que se abrazan a las montañas.
Si continuamos reflexionando sobre la mar
que con su inagotable runrún,
trasiega las arenas,
calmas y cálidas de la orilla.

Si seguimos sonriendo
ante una boquita, húmeda y desdentada,
que ensaya palabras incomprendidas
y si, cuando esa emoción nos invade,
dejamos correr la lágrima viva
mejilla a bajo, hasta la comisura,
dónde la bebemos.

Si a pesar de tener los bolsillos
cargados de muchos años,
vamos ligeros, sin sentir su peso 
y negamos, que esto no tenga arreglo,
sabiéndonos y sintiéndonos
con el coraje intacto
para cambiar el mundo.

Si nos importa una mierda
que no nos entiendan,
ni como nos vean,
ni lo que de nosotros piensan,
los que pasean por la otra acera.

Si cuando nos imaginamos,
nos vemos con las manos limpias
y vacías, pero libres estamos
de cargas deshonestas,
siendo dueños de nuestro destino.
Si nuestra única bandera
aún, la pintamos con los colores de la utopía.

Si las ilusiones siguen vivas,
para echar abajo los muros
del desdén y la incomprensión,
sin otra frontera que el abrazo fraterno.
Si todavía, a pesar de las derrotas,
mantenemos la cabeza alta,
convencidos de que, es nuestro el futuro
y que nos pertenece la victoria.

Si eso es así, conservando,
sin heridas, el deseo de amar,
es que seguiremos vivos
y podemos todavía llamar, con fuerza,
a las puertas del mismísimo cielo.

                   De Ángel Rebollar (Toda reproducción, total o parcial, del documento
                                                     ha de ser, previamente, autorizada por el autor)





sábado, 15 de abril de 2017

EL NIÑO DE LA LUNA


Se hizo de noche en el parque aquel,
una noche, de húmedo calor espeso.

La hierba invitaba a tumbarse en ella,
para refrescarme
en la humedad de su sudor.

La Luna majestuosa, inmensa,
ocupando todo el cielo,
se dejaba ver entre las ramas,
en plena fotosíntesis,
de aquel árbol tatuado.

Ella, acababa de irse
y todavía saboreaba su miel en mi boca.
Rory Gallagher tocaba para mí,
y yo, miraba aquella Luna encendida
que sosegaba, nuestra reciente pasión.

Mientras, con la punta de la lengua,
repasaba los besos que
había dejado en mis labios
y sonreía, pensándote,
de aquella manera,
con la satisfacción que deja
el deseo cumplido, a los 16 años.

Rory entonaba Moonchild, y yo,
mirando aquella dilatada Luna,
me arropaba en su olor,
en las templadas formas,
apenas descubiertas, de sus pechos,
en el recuerdo de sus desesperados gemidos
abrazados a los míos
y nuestras cálidas humedades
ya tibias, por el incipiente rocío
y el aíre ligero,
que comenzaba a envolverlo todo.

Así, fui durmiendo la noche,
cobijado en tu recuerdo,
en el paraíso aquel, que
recientemente habíamos conquistado.

                           De Ángel Rebollar (Toda reproducción, total o parcial, del contenido,
                                                              ha de ser, previamente, autorizado por el autor)

miércoles, 12 de abril de 2017

A GAITA DE SUSANIÑA SEIVANE


Cando escoito o son

da tua gaita,
poñénseme os cabelos
coma as puas das silveiras.

Susaniña, ao votar a teu alento,
que fai nada encontrabase
no teu peito
e vai saindo po lo laberinto
dos xuncos e buratos,
convirtendose en sentimentos armónicos,
a saudade lévame
a miña terra galaica,
onde fican as miñas lembranzas
da nenez e mais da xuventude.

E non podo, nin quero, evitar
mollarme co orballo dos meus ollos.



LA GAITA DE SUSANA SEIVANE

Cuando escucho el sonido
de tu gaita,
se me ponen los pelos
como las espinas de las zarzas.

Susanita, al echar tu aliento,
que hace nada se encontraba
en tu pecho
y va saliendo por el laberinto
de las cañas y agujeros,
convirtiéndose en sentimientos armónicos,
la añoranza me lleva
a mi tierra gallega,
dónde moran mis recuerdos
de la niñez y también de la juventud.

Y no puedo, ni quiero, evitar
mojarme con la llovizna de mis ojos.

         De Ángel Rebollar (Toda reproducción, total o parcial, del contenido
                                          ha de ser autorizado, previamente, por el autor)  


jueves, 6 de abril de 2017

SOMOS UNOS COBARDES

Somos unos cobardes
de memoria corta.
¡Que pronto olvidamos
nuestro treinta y seis,
y el treinta y nueve!
cuando Francia nos hacinó, 
en miserables campos
de desvergüenza inhumana.

Tampoco queda memoria
del año catorce,
ni del cuarenta en Europa
y el olvido, el fatal olvido,
nos hace repetir los errores 
y los horrores.

Hoy no somos nosotros,
pero mañana podríamos vernos
ahogados en el barro,
boqueando ante las bombas de cloro,
perdidos en mares extraños.

Mañana puede ser nuestro rostro
el que se enfrente a una cámara,
con la mirada herida de dolor,
desconcertada y suplicante de ayuda.

¿A quien se la pediremos entonces?
¿qué justicia vamos a reclamar?
¿a qué humanidad solicitaremos solidaridad?.
¿Dónde quedan los maltratados Derechos Humanos?

             De Ángel Rebollar (Toda reproducción, total o parcial, del contenido 
                                                  ha de ser autorizado, previamente, por el autor)