martes, 30 de julio de 2013

NO SON TUS MANOS MUJER



No son tus manos mujer,
tan expresiva y capaces,
ni tus ojos
que me hablan sin palabras,
tampoco tu boca que busca la mía.
No, claro que no,
tus pechos en los que me abandono
y apaciguo el pensamiento,
no pueden ser, de ninguna manera, la causa.
Como no lo son tus formas,
por las que deambulo placentero,
ni siquiera ese lugar húmedo
que guardan tus ingles,
en el que, con gusto me demoro,
perdido en ese vértigo  de locura
al que me dejo arrastrar, sin condición,
en él, muero y renazco.

No, mi amada amante,
no te equivoques porque,
aunque tengo necesidad
del estimulo de tus manos,
de la conjunción con tu mirada,
del disfrute en el paraíso de tus senos,
del contacto con tu sinuosa y cálida dermis,
como no, también
del dulce salado de tus gemidos,
 no es eso, no es nada de eso,
la causa de mi ventura,
eres tú, inteligente y libre, toda tú, mujer. 

          De Ángel Rebollar López (Cualquier reproducción, total o parcial, del contenido                                                   ha de ser autorizado, previamente, por el autor)