lunes, 15 de octubre de 2012

LA HAMBRUNA DE TUS BESOS




En ocasiones busco encontrarme
protegido, en el cuenco de tu regazo.
Cuando abrazados los parpados,
hasta confundir las pestañas,
lucho contra el despertar,
en esos instantes de ida y venida,
de estar y no saberte,
es cuando se hace más patente
la hambruna de tus besos
para sosegar la impotencia,
a la que me aboca tu vacío.

Incluso mis manos, estas,
que se desgastaron
en las caricias entregadas,
se muestran frías y diáfanas 
con consecuencia impenitente,
al reflejarse en ellas,
la ausencia constatada
de tus desafiantes, anheladas
e inquietantes voluptuosidades
en las que, encontrar reposo
dándoles forma y templanza,
para poder sorber e inhalar
la esencia de tu sofocada piel.

Despiertan, entonces, mis oídos
a tu sonido armoniosamente sensual,
casi te puedo oler,
aún con el sudor fresco
con el que, la aprovechada noche
impregnó la turbadora y acogedora
piel, de tu ofrecido cuerpo.
                                       De: Ángel Rebollar López ( Cualquier reproducción, total o parcial, del contenido
                                                                                  ha de ser, previamente, autorizado por el autor)

1 comentario:

  1. que precioso Angel, senti cada palabra como una caricia imaginable, gracias por compartirlo querido, abrazos!!

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