Sin él
no habría colores
en los
días y noches grises,
el
sudor no sería el símbolo
del
deseo esforzado,
las
sonrisas perderían la luz,
tornándose
en patéticas sombras,
la
palabra esperanza
solo
sería un sonido,
que el
eco devolvería
vacio y
mudo, átono.
Sin él,
el significado del deseo
estaría
perdido en los diccionarios,
el
beso, la caricia cálida,
el
gesto amable, se convierten
en abrigo frio de bolsillos
cargados
de indiferencia,
que en
lugar de acoger,
ofrecen
un desalentador rechazo.
¿Quién
mas inspirador, si no él?
capaz
de cambiar la historia,
por el
que tanto se ha matado
y del
que tanta vida ha surgido.
Por él,
nace el milagro
de que
una mano ayude a otra,
convirtiéndolas
en energía común
de
fuerza titánica.
Que una
mirada ilumine
otros
ojos, a punto de cuajar
una
tormenta de congoja.
Que
unos pasos firmes
acompañen
dando confianza,
a otros
torpes y dubitativos .
Que los
corazones heridos
encuentren
reparación, en el taller
de los
abrazos comunes y deseados.
¿Quién
si no él, es capaz de generar
el coraje necesario de romper la coraza,
para
querer y darnos sin condición?
Otro no
ha de ser, solo el amor lo es.
De: Ángel Rebollar ( cualquier utilización, total o parcial, del contenido
ha de ser autorizado, previamente, por el autor)
De: Ángel Rebollar ( cualquier utilización, total o parcial, del contenido
ha de ser autorizado, previamente, por el autor)
El mejor antídoto. La mejor emoción. Como bien dices, rompe más de una coraza. Ilumina, la cara, ensancha los ojos, nutre, nos hace grandes aunque seamos pequeños, y aunque nos hace vulnerables, nos devuelve la belleza, cuando nos falta. Besos en añil.
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